Daniela Liebman es considerada una de las mejores pianistas del mundo.

Daniela Liebman Martínez nació el 14 de junio de 2002 en la capital de Jalisco. Su primer catedrático fue su padre, Robert Liebman.
Su familia de músicos tiene entre sus miembros un bisabuelo cantor, una abuela concertista en Nueva York y un padre violinista. Aunque es claro que ella desciende de un árbol genealógico de talentos musicales, la disciplina y la constancia son los que han hecho de ella una virtuosa del piano.
Daniela comenzó su carrera musical tocando el violín a los dos años; sin embargo, ese instrumento no fue su pasión. Su pasión la descubrió hasta los cinco años, cuando sus padres le regalaron un piano electrónico.
En 2007 ingresó al Instituto de Bellas Artes de la Universidad de Colima, y a los diez años, Daniela ya había tocado junto con reconocidos pianistas, compartiendo el escenario con artistas como Lang Lang, considerado como el pianista más virtuoso en la actualidad.
En el 2012 debutó como solista con la orquesta Rachmaninov del Kremlin de Moscú. Ese año también se convirtió en la primera persona de Latinoamérica en ganar el International Music Piano Competition.
Daniela ha tocado también en el Carnegie Hall, el Palacio de Bellas Artes y en muchos lugares alrededor del mundo; no obstante, el Teatro Degollado de su natal Guadalajara, es su recinto preferido. Además, el personal de ahí siempre la recibe con mucho cariño. “Escuchar a todo el teatro aplaudiendo, es una experiencia única, inexplicable, un sentimiento muy bonito”
Para esta joven, calificada como virtuosa por diferentes medios internacionales, el diálogo con la música clásica a su corta edad responde a esta filosofía: “Se ve lejana, intimidante, pero una vez que en este mundo conoces las piezas no es así: te dejas llevar”.
Su vida ha sido una carrera profesional en sí, ya que ha tenido presencia en espacios como el Festival Cervantino, el Boca Festival y en recintos como el Kravis Center, Kauffman Center. Además, se ha presentado con la Filarmónica de Jalisco, la Sinfónica de Ontario, la Orquesta Sinfónica Nacional de Perú, la Sinfónica de la Ciudad de México y la Sinfónica Nacional de Colombia, sólo por mencionar algunas.
Daniela está tratando de impulsar a que existan cada vez más mujeres líderes en diferentes ámbitos en nuestro país. Su gusto principal es usar la música como un vehículo para expresarse.Es lo que más disfruta, lo que más le apasiona.
“Los músicos, los pianistas, somos mensajeros. Nuestra obligación es darle el mensaje de la música a la gente. Cada músico es una persona diferente y cambia completamente la misma pieza al interpretarla. Es algo único, son las mismas notas, las mismas dinámicas y partituras, pero pueden sonar como una pieza completamente diferente. Eso es lo que más me gusta: esa habilidad de expresarme y compartir”, comenta.