Casa Mulata: el arte de habitar el pasado en el presente.

En el corazón del Centro Histórico de Oaxaca, a pasos de sus calles más vibrantes y su historia más profunda, habita Casa Mulata, una joya que brota de la restauración de una casa del siglo XVII–XVIII. RootStudio, con la dirección de João Boto Cæiro, exploró la tensión perfecta entre la arquitectura colonial y las necesidades contemporáneas, creando un refugio para viajeros con una mirada estética y consciente.
Ideal para quienes buscan algo más que hospedaje convencional, Casa Mulata invita a vivir Oaxaca desde adentro: con calma, diseño y sentido.
Casa Mulata conserva sus muros de adobe y techos de bóveda terracota, elementos que dialogan con una nueva estructura envuelta en madera. En planta baja, la cocina con barra de servicio, la sala y un dormitorio en suite se despliegan con una paleta cálida y materiales nobles. Al subir al entrepiso, un volumen de doble altura en madera recuperada da lugar a una segunda habitación y una terraza con vista a las montañas del Valle de Oaxaca.

Cada rincón de Casa Mulata destaca por su tactilidad: madera reciclada cubriendo paredes, pisos y techos; pintura de tierra y cal; ventanas de acero; y detalles en latón y concreto oscuro. La fusión de lo rústico con lo sutil crea una atmósfera envolvente, que une interior y exterior con fluidez, a través de juegos de sombra, ventilación natural y vegetación que acompaña sin invadir.
No es solo un espacio visualmente atractivo: el diseño es funcional, pensado para el descanso y la experiencia. La terraza superior, con tina y sala, se convierte en un mirador íntimo. Y la madera cálida, combinada con iluminación cuidada y mobiliario local, invita a detenerse, leer, conversar o simplemente contemplar.
Casa Mulata se inscribe en la ola de arquitectura de Oaxaca que mira al pasado sin quedarse en él. Su selección en revistas como Amazing Architecture y Designboom la posiciona como ejemplo de cómo la identidad regional puede dialogar con estándares internacionales.
Esta casa turística ofrece dos habitaciones climatizadas, cocina equipada, terrazas privadas y amenidades como Wi‑Fi y tina, con detalles pensados para estancias cortas o largas —ya sea en pareja, con amigos o en una pausa creativa en solitario. Todo esto, en una ubicación privilegiada: a unos pasos de museos, mezcalerías, el Jardín Etnobotánico y la iglesia de Santo Domingo, permitiendo una inmersión natural y auténtica en la cultura oaxaqueña.
Casa Mulata encarna algo que pocas casas logran: la sensación de hogar. No es solo un lugar para quedarse, sino para sentirse parte de Oaxaca, aunque sea por unos días.
