BAKU ARTESANAL: moda oaxaqueña que pisa con historia

Donde todo comienza
En medio de la sierra de Santa Catarina Cuixtla, Oaxaca, hay un taller donde los huaraches no solo se tejen con cuero, sino también con memoria, legado y una mirada al futuro. Ahí nació BAKU ARTESANAL, una marca que transforma el huarache tradicional en un objeto de deseo para quienes valoran la moda con raíces, intención y una estética honesta. Su nombre, “Baku”, significa altar en zapoteco. Cada par, en efecto, parece rendirle tributo al oficio, al origen, a la tierra.
Un oficio que no se olvida
Todo comenzó con un impulso muy claro: rescatar una técnica que estaba desapareciendo. En los años ochenta, las calles de esta región estaban llenas de familias que vivían de hacer huaraches. Hoy, quedan apenas unas cuantas personas que aún dominan el oficio. Jesús Arellanes Luna, al frente de la marca, decidió que ese saber no podía perderse. Pero su propuesta no fue quedarse solo en la nostalgia: lo que hizo fue actualizarla, sin traicionar sus códigos.
Lo artesanal se reinventa
El resultado es una colección de calzado que dialoga entre lo antiguo y lo nuevo. Huaraches hechos con cuero curtido de forma vegetal —usando zomacle y canela, sin químicos industriales— y suelas de llanta reciclada. Algunos modelos incluyen pelo de conejo proveniente de productores locales en Oaxaca. Se trata de un material que normalmente se desecha, pero que aquí encuentra una segunda vida: se transforma en textura, en contraste, en una propuesta estética distinta que desafía lo ordinario sin perder conexión con el origen. Nada sobra. Todo se convierte.
Del taller al circuito fashion
Aunque sus raíces son profundas, su mirada es amplia. BAKU ha logrado posicionarse más allá de Oaxaca, entrando en plataformas especializadas como Mexicouture, colaborando con Loona + Mondo Taller Experimental, y formando parte de la curaduría de Hotbook durante el Longines Global Champions Tour. También han sido seleccionados para participar en la Volvo Fashion Week, reforzando su presencia en la conversación actual sobre moda mexicana con identidad.

Donde pisan las ideas
Lo que BAKU pone sobre la mesa —o más bien, sobre los pies— no es solo un diseño bien logrado. Es una invitación a repensar lo que usamos, cómo lo usamos y de dónde viene. Es moda oaxaqueña con raíces zapotecas, sin recurrir a clichés ni perder autenticidad en el camino. Aquí no se busca imitar lo artesanal: se honra desde su esencia, con todo lo que eso implica —paciencia, comunidad, saber, territorio y tiempo.
Caminar distinto.
BAKU es recordar que nuestros pasos pueden tener historia, intención y también belleza. Es saber que cuando hay raíz, la moda no solo se lleva. También se siente.