Motín Juárez consolida su propuesta de brunch todo el día con sabor casero y encanto urbano
Ubicado en el corazón de la colonia Juárez, Motín se ha convertido en uno de los lugares favoritos para los amantes del brunch gracias a su concepto de desayuno todo el día, su ambiente acogedor y una carta que combina comfort food con toques creativos.
El encanto de Motín Juárez radica en su equilibrio entre lo rústico y lo moderno. Su diseño interior, cálido y con detalles de madera, se combina con una terraza luminosa, barra abierta y espacios amplios que lo hacen ideal para desayunar, comer o simplemente pasar una tarde relajada. El ambiente es cercano, sin pretensiones, y se presta tanto para una cita tranquila como para una mañana entre amigos.
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Desayunos todo el día con personalidad propia
Su propuesta de all day brunch ha logrado posicionarlo como uno de los puntos más populares en la zona. El menú incluye clásicos reinventados como los huevos shakshuka con salsa de jitomate y queso de cabra, o el croque madame con jamón serrano, cremoso y con el punto exacto de sabor. Para acompañar, una selección de jugos naturales —como el de toronja o el detox— aportan frescura y balance a la experiencia.
Sin embargo, el protagonista indiscutible es su pan francés, preparado con pan brioche y relleno de crema de mascarpone al limón, un postre que se ha ganado su fama por su textura esponjosa y su sabor perfectamente equilibrado entre dulce y ácido.
Más allá del desayuno
Aunque Motín es conocido por su brunch, su menú no se limita a la mañana. También ofrece opciones de comida, ideales para quienes buscan algo más sustancioso sin perder el estilo casero que define al lugar. Desde ensaladas y sándwiches hasta bowls y postres, cada platillo refleja atención al detalle y calidad en los ingredientes.
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Motín, un imperdible de la Juárez
Con su ambiente relajado, su cocina honesta y su concepto de brunch sin horario, Motín Juárez se consolida como uno de los spots más encantadores de la Ciudad de México. Un espacio donde el tiempo parece detenerse entre el aroma del café, la calidez del pan recién hecho y la energía de la colonia Juárez.
