Detrás de las creadoras de ICONE : La imagen como refugio, la cámara como brújula

Hay pasiones que se descubren de golpe, como un destello. Otras llegan de a poco, creciendo en silencio hasta volverse imposibles de ignorar. Para Isabel Conesa y Jimena Hernández, fundadoras de Icone, la fotografía y el video no comenzaron como un plan, sino como una forma de vivir, de entender el mundo, de dejar huella.
“Siempre tuve la necesidad de capturar lo que vivía, porque siento que todo pasa muy rápido y muchas veces no alcanzamos a procesarlo”, dice Jime, con esa mirada que busca sentido en cada detalle. Fue al vivir fuera y tomar una clase de fotografía que entendió que esa inquietud era mucho más que un pasatiempo. Era una nueva forma de habitar el presente, de reconocer(se) y contar historias.
Isa, por su parte, recuerda haber encontrado en la cámara un refugio para su mundo interior: “Me encantaba imaginar historias, como una forma de romantizar la vida. En los viajes familiares me la pasaba grabando y editando, como una forma de escapar y ver la vida desde un ángulo más bonito”. Entre escenas caseras y sueños de cine, la vida la fue llevando —sin prisa pero con dirección— al lugar donde hoy está.
Lo que comenzó como una necesidad íntima, casi terapéutica, hoy es un estudio creativo que celebra la belleza de lo cotidiano y la emoción de lo eterno. Icone no solo captura imágenes: las transforma en relatos que se quedan para siempre.


¿Qué significado tiene la fotografía o el video en su vida?
Jime: Es una forma de trascender en un mundo donde todo pasa rápido y es efímero. Eso es lo que hacemos en Icone: capturar esos momentos que merecen quedarse congelados para siempre y que permiten que otros los sientan, aunque no hayan estado ahí.
Isa: Son mi forma de entender la vida. A través de ellos me conozco más, me cuestiono y reafirmo lo que me mueve. Para mí, capturar momentos es romantizar la vida: en medio del caos, elegir lo que vale la pena destacar. Incluso un día gris puede tener belleza y profundidad. Es mi lenguaje para conectar, con los demás y conmigo misma.
¿Cómo nació Icone?
Isa: Icone empezó como un hobby y algo que me apasionaba. Estudié en Los Ángeles y ahí entendí mejor la parte técnica del video. Al volver, hice el video de una graduación y así empecé a cobrar. El proyecto se llamaba 60 Seconds porque Instagram solo permitía un minuto. En 2021 grabé mi primera boda. A Jime la conocí en una clase del Tec; conectamos en una sesión de pedida y poco después nos asociamos. Hoy trabajamos mitad bodas, mitad marcas, y nos encanta hacer ambas cosas.
Jime: Yo empecé con arquitectura porque mi papá es arquitecto. Luego vinieron más proyectos: una pastelería, una pedida de mano, y así poco a poco. Justo en ese proceso, Isa me invitó a colaborar. Todo se dio en el momento perfecto. Nuestros caminos se cruzaron cuando tenía que pasar.
¿Cuáles son las ramas de Icone?
Isa y Jime: Icone tiene tres ramas que representan diferentes formas de contar historias:
Icone Stories: Es nuestra parte más emocional y documental. Aquí capturamos love stories en todas sus formas: bodas, familias, parejas, embarazos… todo lo que nace desde el amor. Se trata de congelar esos momentos reales y únicos que merecen trascender.
Icone Studios: Aquí ayudamos a las marcas a contar su historia desde el corazón. Muchas veces, los clientes tienen una desconexión entre lo que son y lo que comunican. Nosotros entramos justo ahí: para alinear lo que son con lo que proyectan. Trabajamos con proyectos de arquitectura, construcción, moda, restaurantes y empresas de todo tipo. Nuestro lema es: we tell your brand story.
Icone Prints: Esta es la rama más personal. Nació de nuestro deseo de volver al origen, a ese amor por la fotografía que nos unió desde el principio. En Prints vendemos fotos de lo que vemos y sentimos en nuestro día a día. Es nuestra forma de compartir nuestra mirada con los demás y de inmortalizar pequeños recuerdos.

¿Cómo equilibran la espontaneidad de los momentos con la dirección creativa en las bodas?
Isa: Justo eso es lo que más nos gusta del enfoque documental: comprometernos desde el inicio a vivir el día tal como es. Sabemos que una boda un día en el que las cosas suceden de forma natural, y nuestro trabajo es capturarlo así, sin tratar de imponer nuestra visión. Nosotras estamos ahí para documentar lo que fue, no lo que quisiéramos que hubiera sido. Obviamente las dos somos súper perfeccionistas, y sí llevamos ideas que nos gustaría ejecutar, pero hemos aprendido que, si entendemos bien lo que los novios buscan, podemos hacer que el resultado se sienta especial para ellos sin apegarnos a un guión. La clave está en conectar con la esencia de cada pareja y estar presentes, con el corazón abierto, para que lo genuino suceda frente a la cámara.

¿Cómo es su proceso para prepararse para una boda?
Jime: Siempre tenemos una junta previa con los novios para repasar detalles y entender bien lo que quieren. Un día antes tratamos de relajarnos, ver pelis y dejar todo listo desde el miércoles. Yo medito en la mañana para estar presente. Algo clave es que durante la boda nunca usamos el celular; estamos 100% conectadas con el momento que están viviendo los novios.
¿Qué retos enfrentan al gestionar proyectos tan variados? ¿Cómo logran mantener la calidad y la creatividad en cada uno de ellos?
Isa: El hecho de que estemos en tantas cosas es lo que nos ayuda a seguir siendo creativas. Creo que cuando haces lo mismo todo el tiempo te aburres y te vuelves repetitiva. Ya no te sales tanto de tu caja. Las bodas nos dan una buena base para todo lo demás porque las bodas tienen de todo; moda, documental, comida, arquitectura. Hemos implementado mucho de lo documental en lo corporativo, siento que se complementan y me ayuda a seguir divirtiendome y aprendiendo. Todas tienen el sello de Icone que es contar una historia de la manera más natural posible.

¿Hay algún proyecto en particular que recuerden con mucho cariño o que les haya marcado de alguna manera?
Jime: Sí, sin duda fue cuando llevábamos unos seis meses como socias y nos contrataron para un proyecto con Terraforma. Fue el primero grande que cerramos juntas y el primero en el que nos volaron a otro lugar para trabajar. Éramos sólo Isa y yo, nos pasaron mil cosas, pero fue increíble. Me marcó porque entendí la magnitud de lo que estábamos construyendo. Además, fue en el rubro de la arquitectura, que es donde yo empecé. Hoy me doy cuenta de que ya me estoy acostumbrando a ese tipo de proyectos, pero quiero seguir sintiéndome igual de agradecida y no perder nunca la capacidad de sorprenderme.
Isa: Para mí también fue ese. Hoy seguimos trabajando con ellos y regresar a los mismos lugares —pero ahora con más equipo y experiencia— nos hace ver lo mucho que hemos crecido. Ese proyecto fue el momento en el que sentí con claridad: algo estamos haciendo bien.

¿Qué consejo le dirían a la Isa y Jime que estaban empezando en este mundo?
Isa: No te compares. Al principio me frenaba ver a gente que llevaba muchos años en esto, en lugar de enfocarme en mi propio avance. Es algo que sigo trabajando, pero mientras más auténtico es tu trabajo —más fiel a ti y menos copiado—, mejor se vuelve. La única forma de encontrar tu esencia es dejando de mirar a los demás.
Jime: Me diría: “Si quieres ir rápido, ve lento”. Soy muy intensa, y creo que necesitaba escuchar “calma, estás justo donde tienes que estar”. Si haces lo que te toca con amor y entrega, la vida se acomoda a tu favor. Confía en que todo se está dando como debe.

¿Qué sigue para Icone?
Isa: A las dos nos encanta viajar y las bodas. Desde el inicio, uno de nuestros sueños era salir del país y contar historias de distintas culturas. Este verano por fin se hace realidad: vamos a cubrir dos bodas en Europa y estamos emocionadísimas. Ojalá también se abran puertas en la industria hotelera para seguir viajando, que es lo que más amamos hacer mientras trabajamos.Jime: Viene una etapa de pausa y reestructuración, para mirar con claridad dónde estamos y hacia dónde queremos ir. Pero siempre volvemos al mismo motor: conectar con personas a través de historias que valen la pena. Eso nos inspira y también buscamos inspirar a otros. Por eso, cada vez que alguien nuevo se une al equipo, buscamos sumar entre todos. Crecer, compartir y seguir contando historias que trascienden.