IRIS APFEL´S : Las arrugas como insignia de coraje

Iris Apfel, la influencer de la moda más longeva de la historia, dejó una huella imborrable en el mundo del estilo antes de su fallecimiento a los 102 años. Su reciente libro póstumo, Colourful, es más que una recopilación de historias; es un manifiesto sobre el arte de vivir plenamente, celebrando cada arruga y cana como un símbolo de valentía. En un mundo donde la juventud y la belleza superficial son a menudo la norma, Apfel cambió la narrativa, convirtiendo las marcas del tiempo en un homenaje a la autenticidad.
El mantra de Apfel era claro: “Disfruta, disfruta, disfruta… y agradece la vida”. Con esta filosofía, invitaba a sus lectores a colorear su existencia con experiencias vibrantes, subrayando que el color no solo embellece, sino que también eleva el espíritu. Para Iris, la moda no era simplemente un medio de expresión, sino un camino para explorar y celebrar la vida misma.
En su estilo personal, Iris desafió las normas de belleza convencionales. “Sé tu propio icono de estilo”, afirmaba, defendiendo la autenticidad por encima de las tendencias. Para ella, las arrugas no eran motivo de vergüenza, sino “una insignia de valentía”. En un entorno que a menudo desprecia la singularidad y el paso del tiempo, su actitud hacia el envejecimiento nos enseña a ver la belleza en nuestras diferencias y a abrazar lo que nos hace únicos.

Iris Apfel se convirtió en un faro de inspiración en un mundo obsesionado con la juventud. Su legado nos invita a celebrar cada etapa de la vida, a convertir las canas en una declaración de individualidad y a ver las arrugas como historias grabadas en la piel. Como ella misma decía, “la edad no debería ser motivo de vergüenza, sino de orgullo”. Esta perspectiva radicalmente positiva hacia el envejecimiento es un recordatorio de que cada línea en nuestro rostro representa una experiencia vivida, un desafío superado o un momento de alegría.
“Nunca serás guapa, pero tienes estilo”, le dijo la dueña de una tienda departamental a una joven Iris. Esta frase encapsula la esencia de lo que significó Apfel en el mundo de la moda: el estilo es, en última instancia, una forma de belleza que trasciende lo físico. Desde sus emblemáticas gafas redondas hasta sus prendas de moda maximalista, su estilo desafió las expectativas y rompió con las convenciones de lo que se considera bello.
Durante su siglo de vida, Iris Apfel fue testigo de múltiples modas, desde el estilo de las flappers en los años veinte hasta el coquette contemporáneo. En un mundo donde las modas son a menudo pasajeras, ella permaneció fiel a su propio sentido del estilo, abogando por un enfoque que prioriza la expresión personal sobre las tendencias.
Apfel también utilizó su clóset como una forma de arte, un “pequeño museo de la moda” que la llevó a colaborar con el Museo Metropolitano de Nueva York. Su influencia trascendió el ámbito de la moda y se convirtió en una declaración cultural que resonó con generaciones de mujeres.
En el documental Iris, dirigido por Albert Maysles, la fashionista compartió su relación con el arte del vestir y su experiencia curando una gran exposición inspirada en su estilo. Esta película sirve como un homenaje a su espíritu libre y su legado perdurable.
En conclusión, Iris Apfel nos enseñó que la verdadera belleza no está dictada por la edad, sino por la valentía de ser uno mismo. En lugar de perseguir la eterna juventud, nos desafía a encontrar poder y confianza al abrazar nuestra singularidad. Celebremos, entonces, nuestras arrugas como historias que cuentan quiénes somos y lo que hemos vivido. ¡Que la vida nos encuentre llenos de experiencias y autenticidad, sin filtros que oculten nuestra belleza única!

