Al encabezar el primer informe anual de actividades de la directora del Plantel “Nezahualcóyotl” de la Escuela Preparatoria, Asela Monserrat Márquez Ramírez, el rector expresó que este acto de transparencia y rendición de cuentas es una de las características y obligaciones de la comunidad universitaria, que además permite conocer, en este caso, las fortalezas y debilidades detectadas durante el primer año de trabajo de su gestión.

Antes de develar las placas conmemorativas a la remodelación y equipamiento de la sala de maestros y la cancha de squash, recuperada y rehabilitada para contribuir con la formación integral de los jóvenes deportistas de Prepa 2, el rector aseveró que “los universitarios afrontamos fuertes dinámicas que urgen adaptarnos a la nueva cotidianidad, a renovar nuestro entorno inmediato y actuar en consecuencia, que nos obligan a resurgir frente a las difíciles condiciones impuestas por una pandemia que sacude los sistemas sociales del planeta y a todas sus instituciones”.

Alfredo Barrera sostuvo que

“adecuarnos para resistir es un imperativo irrenunciable que debemos atender con éxito y plenitud, lo contrario implicaría retroceder como institución y peor aún, conducir al fracaso a la juventud que confía en nosotros”.

Al dar cuenta de los logros y metas alcanzadas durante su primer año de gestión, así como los retos y desafíos por enfrentar, Asela Monserrat Márquez Ramírez informó que fueron entregadas dos mil 637 becas, lo que representa una cobertura de 92.4 por ciento de la matrícula estudiantil.

También destacó el crecimiento de 11.6 por ciento de la matrícula, que pasó de dos mil 765 a tres mil 087 estudiantes, y la cantidad de docentes con posgrado con que cuenta este espacio universitario.

En el Plantel “Nezahualcóyotl” de la Escuela Preparatoria, dijo, asumimos el reto de mantener la calidad de los estudios que se imparten y entendemos la mejora como un proceso permanente.