Javier Camarena: la ópera en la juventud
La música está en un constante cambio debido a los nuevos géneros musicales así como el uso de plataformas digitales que permiten la reproducción de artistas que se han convertido en tendencia en redes sociales, lo que deja a la música clásica en último plano; debido a que las personas están en un constante bombardeo de tendencias constantes, música y ritmos con fecha de caducidad instantánea.
El tenor mexicano Javier Camarena menciona que esto ha afectado notablemente a la ópera, la cual, considera, se encuentra en un momento decisivo, debido a que las nuevas generaciones se están acostumbrado a tener soluciones rápidas y una inmediata satisfacción auditiva que se relaciona con el estilo de vida de cada uno e incluso con las nuevas tendencias que aparecen en las rede sociales, que se han convertido en un portal para los jóvenes hoy en día, ya que si no lo ven o escuchan en dichas plataformas no consumen el contenido, porque no tiene validez para ellos.
Dio a conocer que “La cuestión es que, a diferencia del tiempo de Enrico Caruso,
Incluso hace unos 50 años en los tiempos de juventud de Pavarotti, el maestro Domingo, hoy en día la opera no solo se escucha, también se ve y, a veces, es demasiado inmediata por las transmisiones que se hacen por todo el mundo” haciendo que la música clásica, la ópera se vuelva instantánea y cada vez pierde más público.
El tenor menciona que su trabajo se ha convertido en más sofocante, demandante en términos de presencia escénica, debido a que los jóvenes hoy en día no solo escuchan la música, debe de convencerles visualmente para que sigan escuchando la melodía, sino está dentro de sus gustos musicales, los intérpretes deben ofrecer otra alternativa para convencer a las nuevas generaciones, razón por la cual tenores han optado por darle un giro a la ópera e introducirla a géneros como pop o bachata para que sigan siendo escuchados.
A lo cual menciona que “ Es adaptarse a las necesidades de las nuevas generaciones, apostar y trabajar por ellas, en el sentido que hay que antojarlos venderles este espectáculo como lo que es, el gran formato, más que los musicales, porque no hay un truco. Tú ves una orquesta tocar en vivo, cantantes actuando y cantándote enfrentándose a escenarios tan grandes para 18 mil personas, sin micrófono, ahí es real. Sin embargo eso ya no es suficiente para los jóvenes, porque si no se tiene un gran espectáculo no te escuchan.