Paradero Todos Santos: El hotel en medio del desierto que redefine lo que significa escaparse.

A veces, las escapadas que más necesitamos no se encuentran en las playas más turísticas ni en esos destinos que todos comparten en Instagram. A veces están escondidas entre el silencio del desierto, cactus dispersos, caminos de terracería y cielos tan despejados que parece que el tiempo se detuvo. Así se siente llegar a Paradero Todos Santos, en Baja California Sur. Y no, no es un hotel común. Es más bien un punto de encuentro entre el diseño, la naturaleza, la gastronomía y la tranquilidad que a veces olvidamos que existe.
Paradero está ubicado en las afueras del pueblo de Todos Santos, una joya costera con espíritu artístico y alma relajada. A 90 minutos en coche del aeropuerto de Los Cabos, pero cada kilómetro vale la pena. Al llegar, el recibimiento es discreto; sin exageraciones, solo el entorno guiándote al lugar. Verás arquitectura que se mezcla con el paisaje: formas geométricas de concreto, tierra, vegetación nativa y un silencio que invita a respirar distinto.
Este alojamiento cuenta con 35 suites, cada una diseñada como un pequeño templo para la contemplación. Algunas tienen rooftop privado, otras una tina exterior o una hamaca con vistas al atardecer. Nada está ahí para distraerte. Todo está diseñado para que bajes el ritmo y conectes con lo que te rodea y contigo también.

El concepto de Paradero es “experiential hospitality”, lo cual significa que más allá de dormir rico y comer delicioso (que claro que lo haces), también te sumerges en actividades que transforman. Puedes elegir entre clases de cocina mexicana con ingredientes locales, surf guiado en playas secretas, caminatas por los cañones del desierto o ceremonias de sanación en un temazcal tradicional. Todo está incluido en tu estancia, porque aquí el lujo no se mide en apariencias, sino en experiencias que se quedan contigo.
¿Y la comida? Es uno de sus puntos más fuertes. El restaurante Tenoch no solo presume productos orgánicos de su propio huerto y pesca fresca del Pacífico, sino que cada platillo tiene una historia detrás. Desde un ceviche con coco y chile chiltepín hasta tortillas hechas a mano que saben a casa. Todo lo que llega a la mesa tiene el sabor de Baja California Sur, pero con un giro original que lo hace especial.
El precio por noche empieza alrededor de los $500 USD, lo cual incluye desayuno, cena, y muchas de las experiencias guiadas. Si buscas algo distinto a un resort todo incluido, si quieres bajarle al ruido y subirle a la presencia, si te gusta el diseño que no grita pero impacta entonces tienes que conocerlo.

Paradero Todos Santos no trata de ser el centro de atención. De hecho, casi parece esconderse. Pero eso es lo que lo hace especial. No quiere que vengas a desconectarte del mundo, sino a reconectar con una versión más presente de ti. Y eso es algo que no se encuentra fácil.
Así que si estabas buscando una señal para escaparte a un lugar que combine lo esencial con lo extraordinario, aquí la tienes. Paradero no es solo un hotel. Es una pausa bien pensada. Y a veces, eso es justo lo que el alma necesita.