Comenzar de nuevo y bien
Propósitos aparte, se cumplan o no durante el año, estos 365 días deben aprovecharse en enfocarnos en lo que es importante y no hay nada más relevante en estos momentos que cuidar la salud, física y mental, al mismo tiempo que entramos a una nueva realidad en la que actuar con unidad y corresponsabilidad sea la norma.
Espero de corazón que haya tenido las mejores fiestas y pudieran estar en contacto con familiares y amigos, recordar con cariño a quienes ya no nos acompañan y plantear muchas metas posibles a lo largo de meses que serán cruciales para lo que venga en los próximos años.
Porque estamos ante la oportunidad de recuperar mucho de lo que conocíamos, en lo personal y en lo social, pero desde un nuevo punto de vista que sirva para que nos restauremos, nos reinventemos y hagamos las cosas de manera distinta.
Intentar todos los días hacer lo que nos toca y actuar de manera correcta es un hábito que se aprende y se incorpora a la vida cotidiana. Si hemos tenido pérdidas de cualquier orden y estamos convencidos de que podemos no solo superarlas, sino resurgir aún mejores, entonces hay que seguir adelante por todos los medios posibles.
Para eso debemos buscar ayuda y apoyo de nuestros círculos cercanos, no dejar que las adversidades nos abrumen, para que en este nuevo año que empieza demos un giro y vayamos en la dirección en la que podemos generar bienestar y prosperidad.
No han sido años sencillos y los meses que vienen nos imponen seguirnos cuidando y cuidar los demás. Pero ya contamos con la experiencia y las medidas para hacerlo, además de cambio radicales en muchos aspectos como el laboral y el tecnológico, que nos permitirán encontrar equilibrios entre lo profesional y lo personal.
Es un momento de reinicio y también de enorme valor personal para que aportemos y le demos valor a cada una de nuestras acciones. La vida continua, pero depende de nosotros hacia dónde y cómo seguirá.
Cambios constantes
He visto a lo largo de este camino tan complicado muchas modificaciones en lo más profundo de la personalidad y de las relaciones que se daban en muchas familias y entre muchas personas. Algunas no resisitieron la prueba de la pandemia y en otras fue un catalizador que hoy las tiene mejor que nunca.
Tal vez lo que ocurre es que apenas nos estamos dando cuenta de que es imposible controlar el resultado de cualquier evento o suceso, aunque lo que sí podemos ajustar siempre es la forma en que reaccionamos a lo inesperado. Ahí es donde radica la fuerza de voluntad, en la manera en que podemos conEnuar como individuos y como comunidades.
Ahora es nuestra oportunidad para iniciar con voluntad y compromiso nuevos hábitos que haga que vivamos en una sociedad equilibrada, respetuosa, en paz y en tranquilidad.
Este cambio de época puede representar una historia diferente, en la que los problemas que hemos arrastrado durante Eempo pueden reducirse y dar paso a las condiciones en las que podamos desarrollarnos bajo una nueva idea de comunidad y de país.
¿Qué podemos hacer?
Intentemos nuevas maneras de convivencia para obtener resultados distintos y deseables. Nada puede avanzar si no lo hacemos en conjunto, unidos, con la convicción de que podemos llegar a acuerdos básicos para estar en un entorno incluyente.
Cada uno sabe qué le falta y cómo puede contribuir. Usemos este año que inicia para comenzar de nuevo en todos los aspectos, renovarnos y crecer. Es posible y es deseable.
Por Luis Wertman Zaslav