Petit Hunan: la cocina donde se cruzan el ayer y el ahora

Concebido por la familia Cuaik, este nuevo espacio de Grupo Hunan rinde tributo al origen mientras proyecta el futuro de la marca. Con la armonía visual que lo envuelve, el cuidado en cada detalle del espacio y una carta que fusiona herencia y frescura, Petit Hunan se presenta como la más reciente expresión culinaria de la familia Cuaik. El nuevo restaurante de Grupo Hunan abrió sus puertas en Paseo Arcos Bosques, marcando un momento significativo para el grupo restaurantero fundado hace más de treinta años.
De legado a evolución
Grupo Hunan nació en mil novecientos noventa y cuatro con la intención de acercar la cocina de la provincia china de Hunan a los paladares mexicanos. Desde entonces, ha crecido hasta consolidarse como una referencia dentro de la gastronomía asiática de alta gama en el país.
Ahora, la familia Cuaik decide transformar ese concepto inicial con una versión que respeta la esencia original, pero apuesta por una estética y una experiencia renovadas. José Miguel Cuaik, director del grupo, afirmó que Petit Hunan representa un paso audaz en la evolución del concepto, con una reinterpretación contemporánea que conecta emocionalmente con la historia del primer restaurante.


Una apertura con acento familiar
La inauguración fue un encuentro íntimo y emotivo. La familia completa se reunió para celebrar la cristalización de un proyecto que se gestó durante años y que refleja su visión compartida.
Petit Hunan presenta una selección de platillos emblemáticos de la casa combinados con nuevas propuestas, como una variedad de dim sum y una barra de coctelería donde destacan opciones como el Tuxedo Martii. Este espacio busca conjugar lo tradicional con lo vanguardista en un entorno pensado para compartir.



Espacios que estimulan todos los sentidos
Con techos altos, ventanales que llenan de luz natural las estancias y materiales que apelan a la textura, como piedra, madera y textiles suaves, la casa ofrece una sensación de amplitud sin sacrificar calidez. Cada pieza fue pensada para dialogar con la memoria del lugar, incluyendo fotografías, libros y objetos heredados
La propuesta estética tiene una intención clara: provocar conexión. A través de una paleta en tonos neutros, contrastes suaves y elementos botánicos, se logra una atmósfera de recogimiento. La sala, por ejemplo, incorpora un sofá de líneas limpias acompañado por una mesa de centro circular, todo dispuesto sobre una alfombra que suaviza el contacto con el piso de concreto pulido.
El comedor, con una mesa larga de nogal y sillas tapizadas, se convierte en el núcleo para encuentros familiares. Sobre él, una lámpara suspendida actúa como pieza escultórica y eje visual. La cocina, completamente abierta, conecta con la terraza interior que invita a pasar tiempo al aire libre, rodeado de vegetación nativa.
La apertura congregó a amistades cercanas de la familia, figuras del medio gastronómico y socialidades como Eduardo Alcocer, Camila Azcárraga y Mónica Rivera Rorres. Todos coincidieron en que Petit Hunan no solo representa una nueva etapa para Grupo Hunan, sino también la consolidación del sueño compartido por los Cuaik desde hace más de tres décadas.

