La herencia en cada bocado
Cada receta cuenta una historia, y en Jocoque House esas historias se transforman en sabores que evocan memorias familiares, aromas de infancia y tradiciones que viajan a través del tiempo. Este rincón gastronómico, ubicado en Metepec, Estado de México, ha logrado capturar la esencia de la cocina ancestral fusionándola con un toque contemporáneo que rinde homenaje a las raíces multiculturales de México.

@jocoquehousemetepec(Instagram)

El país, conocido por su diversidad gastronómica, ha sido un punto de encuentro entre distintas culturas. De Sudamérica, Medio Oriente y Europa llegaron ingredientes, técnicas y tradiciones que hoy forman parte del ADN culinario mexicano. Jocoque House rescata esa fusión en cada platillo, convirtiendo lo cotidiano en una experiencia sensorial.

Un recorrido por los sabores del recuerdo
La experiencia comienza con su gift box, una propuesta que invita a explorar los sabores del pasado. Dentro, el comensal encuentra delicias como el velo de novia, ligero y crujiente; el baklava, con su característico dulzor que envuelve el paladar; los graibes de pistache, suaves y arenosos, con un toque que se derrite al contacto; y el pan árabe con zataar, relleno de queso y acompañado por un jocoque de ostión que sorprende.

Y si hay un imperdible, ese es el pastel damasco, una creación recién salida del horno, bañada en miel árabe, que se ha convertido en uno de los favoritos de la casa. Su sabor representa la unión entre lo antiguo y lo nuevo, entre la memoria y la innovación.

Saborear la historia sin viajar lejos
En Jocoque House no solo se come: se revive una herencia. Cada receta está diseñada para rendir tributo a los orígenes culinarios que nos conectan con el pasado y nos invitan a descubrir nuevas formas de disfrutar la tradición.

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Ubicado en el corazón de Metepec, este espacio ofrece una experiencia que va más allá de la comida. Es un viaje al alma de los sabores que definieron civilizaciones enteras y hoy encuentran su lugar en cada bocado.

Porque en Jocoque House, el tiempo se detiene, la historia se sirve en la mesa y la herencia se saborea lentamente.