De Beers Cullinan Blue | Rey de los azules

Una sensacional gema fue encontrada a finales del 2021 en una mina de Sudáfrica, la mina Cullinan, de ahí su nombre “De Beers Cullinan Blue”, este diamante está llamado a hacer historia en el mercado de la joyería. Solamente existen otros cinco diamantes con más de diez quilates en el mundo, y el que subasta Sotheby’s, en Hong Kong, el 28 de abril, tiene 15,10 quilates, lo que justifica que haya sido tasado inicialmente en 44 millones de euros, aunque todo apunta a que superará ampliamente esta cifra. Ha recibido las clasificaciones más altas para cada uno de los estándares, por lo que se juzga la calidad de un diamante de color. El Instituto Geológico de América lo calificó como ‘azul vívido elegante’, la mejor clasificación de color posible, que se ha otorgado a no más del 1% de los diamantes azules presentados al grupo.
La pureza del De Beers Cullinan Blue podría compararse con La luna azul de Joséphine, una gema de 12,03 quilates con talla cojín, que se entregó en la misma firma de subastas por 44, millones de euros. Los primeros récords de los diamantes azules se remontan al siglo XVII, cuando Jean-Baptiste Tavernier vendió un diamante azul oscuro al rey Luis XIV de Francia, bautizado como “azul Tavernier” antes de pasar a conocerse históricamente como “azul francés”, y que formó parte de la colección de joyas de la corona gala.
Dado que los diamantes son el material más duro de la Tierra, se requiere gran habilidad para cortarlos. El proceso de facetado exige una precisión extrema. No se permite ningún error de cálculo; el más mínimo desliz podría resultar fatal dañando el color y destruyendo para siempre la belleza de la gema. La mayoría de cortadores han aprendido el oficio de sus antepasados, en una industria que – pese a los avances de la tecnología- aún depende en gran medida de una destreza manual que se ha transmitido a través de las familias durante generaciones. Se pueden encontrar diamantes de otros colores en minas de todo el mundo, pero la mayoría de los diamantes azules provienen de la misma mina Cullinan en Sudáfrica. La tonalidad azul puede deberse a la presencia de pequeñas cantidades de boro.
La maestría demostrada por el artesano de Diacore, que invirtió un año en cortar el De Beers Cullinan Blue, puede compararse, en palabras de Wenhao Yu, presidente del departamento de Joyas de Sotheby’s, con la “de los más grandes escultores de la historia del arte”. Describiendo el diamante como “excepcionalmente raro”, el comunicado de Sotheby’s añadía que solamente cinco gemas de más de 10 quilates han aparecido en subasta. Ninguna ha superado los 15 quilates, “lo que hace que la aparición de esta gema sin defectos sea un acontecimiento histórico en sí mismo”. Con un precio final de $57.471.960 USD, “The De Beers Cullinan Blue” estuvo a punto de batir el récord del diamante azul más caro jamás vendido en una subasta. Ese título lo sigue teniendo él “Oppenheimer Blue”, de 14,62 quilates, que se vendió en 2016 con un precio final de $57.541.779 USD, una diferencia de algo menos de $70.000 USD.
“Los diamantes azules son raros en el mercado, pero él ‘De Beers Cullinan Blue’ es el más raro de todos; nada de un calibre remotamente similar ha aparecido en subasta en las últimas décadas. Resultado de un proceso de cientos de millones de años, este diamante azul es, sin duda, una de las mejores creaciones de la naturaleza. En un momento de demanda sin precedentes de grandes gemas de color, nos sentimos emocionados de sacar al mercado lo que seguramente se convertirá en una de las joyas más famosas del mundo”, afirma Patti Wong, presidenta de Sotheby’s Asia.
