LA GRANDE DAME X BACCARAT
Exaltando los sentidos, el champagne se convierte en el espirituoso predilecto de los sibaritas, con una marca en particular, que se ha hecho de su propio sitio a lo largo de los años, ya a fuerza de excelencia vitivinícola.
De este modo Veuve Clicquot, Casa que proviene de 1760 cuando en las icónicas tierras de Grand Cru, la propia Madame Clicquot buscaba solo las mejores uvas para la producción de su espumoso, quizá sin saber, lo lejos que llegaría su creación a través del tiempo.
Fue a través del trabajo de campo que la propia fundadora encontró lo que a su intuición eran las parcelas perfectas, y no se equivocaba. Estas tierras de Verzenay, Verzy y Bouzy, hoy parte de los viñedos Grand Cru, son madre de La Grande Dame, un champagne que procede solo de uvas de excelencia.
Por eso es que La Grande Dame, es el regalo perfecto, pura elegancia y buen gusto, un espumoso refinado destinado para ocasiones especiales y a impresionar a los paladares más exigentes.
El resultado de cientos de años de saber hacer, La Grande Dame es, sin duda, el champagne de las grandes celebraciones y, como tal, merece ser celebrado por derecho propio.
Para esta cosecha de 2008, Veuve Clicquot ha unido fuerzas con el ilustre fabricante francés de cristal Baccarat para crear una pieza excepcional en edición limitada.
Inspirada en las cartas que Madame Clicquot intercambió con sus agentes y clientes en todo el mundo, La Grande Dame de Baccarat toma la forma de un tintero de cristal negro que contiene seis botellas de champagne La Grande Dame: 1989, 2004, 2008, Brut & Brut Rosé.
Cuando se abre, el tintero revela un cubo de champagne elaborado con peltre negro y dorado. En su base, un juego de cuatro vasos de cristal Baccarat y un cajón se transforman en una fuente para servir con detalles de cuero.