Sharon Achar / El eco en mis silencios
Por: Samia Becil Canavati
Fotos: Cortesía
Sharon es una joven escritora que encontró en las palabras un refugio y una voz propia. Desde sus inicios hace cinco años, cuando descubrió el poder liberador de plasmar sus pensamientos y emociones en papel, hasta el momento en que la escritura se convirtió en un amor profundo y significativo. Con una pasión particular por la poesía y los relatos que invitan a la reflexión personal, su libro “El eco en mis silencios” emerge como una ventana hacia la autenticidad y la expresión sin reservas. En esta entrevista, exploramos las motivaciones que inspiraron su obra, cómo se desarrolla su proceso creativo de manera espontánea, y los obstáculos que tuvo que superar para dar forma a su visión literaria en un mundo que a veces parece que hace todo para que vivamos hipnotizados por lo perfecto y lo digital.
¿Cómo nació tu amor por la escritura?
Hace cinco años que lo hice consciente, aunque llevo un ratito más escribiendo. Desde que lo hice consciente y vi que podía expresar mis pensamientos y sentimientos en papel, se convirtió en mi canal de escape. Ahí nació mi amor. A la par, empecé a leer por gusto propio. Fue entonces cuando me di cuenta de que mi pasión era la poesía, los escritos y los libros que van un poco más allá, permitiendo a cada persona interpretar desde su perspectiva lo que está leyendo.
¿Qué te llevó a escribir tu libro?
En varias ocasiones me he sentido desorientada, sin un camino claro. Aunque tengo personas cercanas que me quieren y estarían dispuestas a aconsejarme, a veces necesito algo más profundo. Creo que mi libro podría servir como un reflejo para quienes se identifiquen con mis sentimientos, sabiendo que hay alguien más que también los ha vivido de manera parecida.
¿Cómo describirías el tema principal de tu libro? ¿Por qué elegiste el título “El eco en mis silencios”?
El tema principal es no guardarte las cosas y siempre expresar lo que estás sintiendo en el momento, sin importar lo que cualquier persona pudiera pensar. El título refleja la idea de que los sentimientos no deben quedarse en el silencio, sino resonar y ser escuchados como un eco que se propaga por todo el mundo.
¿Cómo es tu proceso creativo? ¿Tienes algún ritual o rutina específica que sigues cuando escribes?
Es espontáneo. De repente tengo momentos de inspiración y termino escribiendo en el primer lugar disponible para no perder la idea. Una vez que tengo todos los escritos juntos, prendo una vela en mi cuarto, pongo música y me pongo a editar y escribir. Puedo pasar horas escribiendo.
¿Hay algún evento personal o experiencia que influyó significativamente en la narrativa de tu libro?
Desde pequeña siempre imaginé lo especial que sería tener mi propio libro en el mundo. Justo cuando falleció mi abuela, me asusté un poco porque me hubiera gustado que ella estuviera para verme publicar mi primer libro. En ese momento supe que era momento de dejar de esperar y escribirlo para que las personas cercanas a mí pudieran apreciarlo y valorarlo tanto como yo.
¿Cuánto tiempo te llevó escribir tu primera obra y cuál fue el mayor desafío durante el proceso?
Me tardé exactamente un año y tres meses. Lo más difícil fue recolectar escritos que tenía por todas partes, desde servilletas, hasta diferentes libretas y notas en mi celular.
¿Estás nerviosa?
Lo que más me preocupa es que lo que escribo no tenga el impacto positivo que quiero. Que en lugar de inspirar a la gente, las desanime. Sin embargo, entiendo que esto es parte del proceso y que no puedo controlar cómo cada persona interpreta mis palabras. Hay que soltar para dejar llegar.
¿Qué autores o libros han influido en tu estilo de escritura?
Mis favoritos son Gabriel García Márquez, Rupi Kaur, Yung Pueblo y, aunque no sea escritor de libros, me encanta Cerati.
¿Qué consejos le darías a otros escritores que están trabajando en su primer libro?
Que uno nunca va a estar listo para exponerse así al mundo. Es algo que te pone en una posición tan vulnerable que no creo que haya un proceso de preparación. Lo único que tienes que hacer es confiar en ti mismo y saber que lo que estás haciendo va a dejar una huella de alguna manera. No lo estás haciendo por negocio; la esencia que le pongas al proyecto es lo importante, no lo preparado que estés. Es lanzarte y empezar a escalar, recibir el feedback con el mismo amor con el que haces el proyecto para mejorar en el siguiente, ya sea un libro u otro tipo de proyecto.
Si pudieras dejar un mensaje que se propagara eco a través de todo el mundo, ¿cuál sería?
Me gustaría que el mensaje fuera la importancia de ser siempre fiel a uno mismo, amarse a uno mismo primero, pero sin olvidar a los demás. Estamos en un mundo tan digital y perfecto que a veces nos da miedo ser nosotros mismos. Eso es lo que realmente impulsa a construir metas, a planear proyectos y a hacerlos realidad. Esa es la diferencia entre las personas que cumplen sus sueños y las que no; el coraje para intentarlo.