Pato O’Ward: El mexicano que está revolucionando las pistas del mundo

A sus 26 años, Patricio “Pato” O’Ward es ya una de las figuras más sólidas y queridas del automovilismo internacional. Nacido en Monterrey en 1999, este piloto mexicano ha labrado su camino con disciplina, pasión y un talento que no deja de impresionar. Desde los días en los que dormía en talleres para ahorrar en sus primeros campeonatos, hasta conquistar podios en las pistas más desafiantes, Pato representa una historia de superación y ambición a máxima velocidad.
Desde pequeño, el automovilismo fue parte de su vida. Con solo seis años ya se destacaba en las pistas de karting en México y, poco después, se medía con futuras estrellas de la Fórmula 1 en Europa. Su ascenso fue meteórico: dominó campeonatos en Estados Unidos, debutó en monoplazas en 2013 y se convirtió en el ganador más joven de las 24 Horas de Daytona y las 12 Horas de Sebring en 2017.

Pero fue en 2018 cuando su nombre se grabó con fuerza en el radar del automovilismo profesional al arrasar en Indy Lights y ganar el campeonato como novato. Desde entonces, su carrera en la IndyCar con Arrow McLaren ha sido una combinación de talento puro y consistencia. En 2021, terminó tercero del campeonato y desde entonces ha estado entre los mejores, con podios, poles y victorias que lo consolidan como el líder del automovilismo mexicano.
Su vínculo con McLaren lo ha llevado también a probar suerte en la Fórmula 1, participando en entrenamientos libres en México y Abu Dhabi. Aunque no hay asientos disponibles a corto plazo, su presencia en la máxima categoría como piloto reserva mantiene viva la esperanza de ver a un mexicano de tiempo completo en la F1.


Pero es en Indianápolis donde Pato ha hecho historia. En 2024, clasificó segundo para las 500 Millas con una velocidad impresionante y se convirtió en el primer mexicano en arrancar desde la primera fila en la centenaria carrera. Con la bandera tricolor sobre los hombros y un sombrero charro en la cabeza, emocionó al mundo al dedicar ese momento a su país. “Esto es para México”, dijo con lágrimas en los ojos. Y México respondió con miles de voces coreando “¡Cielito Lindo!” en el Brickyard.
Con 81 carreras, 5 victorias y una legión de seguidores, Pato no solo corre por trofeos, corre por la historia. Su meta es clara: besar los ladrillos como el primer mexicano en ganar Indianápolis. Y si algo ha demostrado hasta ahora, es que los sueños, con velocidad, corazón y constancia, pueden convertirse en leyenda.
