CASHMERE BURBERRY, MAS SUSTENTABLE
El Cashmere, es un material milenario que, aunque conocido por su suavidad, proviene de ambientes hostiles. Durante la última década, el aumento de la demanda mundial y las repercusiones del cambio climático plantean desafíos para los frágiles ecosistemas de los que depende la industria de la cachemira.
Afganistán es el tercer productor mundial de Cashmere, después de China y Mongolia. Sin embargo, el aumento de la demanda del material y la falta de comprensión sobre el valor, los beneficios y las oportunidades de la cachemira no han conducido a una mejora en los medios de vida de los agricultores.
La realidad que enfrentan los pastores de cabras de Cashmere es compleja y desafiante.
En Afganistán, el cambio climático significa que los pastores tienen que lidiar con condiciones climáticas extremas, sequías y pastizales agotados.
Las condiciones difíciles y la falta de conocimiento sobre el cultivo y la cría de animales de cachemira sostenibles significan que la cachemira que producen a menudo es de baja calidad, lo que afecta la vida que pueden hacer con ella.
El subdesarrollo de la industria y la cadena de suministro de la cachemira en Afganistán da como resultado precios más bajos para la cachemira, lo que genera bajos ingresos para los pastores y sus familias. La Fundación Burberry, en asociación con Oxfam y PUR Projet, está desarrollando una industria de cachemira más inclusiva, sostenible y resistente en Afganistán.
La falta de una cadena de suministro de Cashmere justo y establecido en Afganistán significa que se vende a precios bajos. Como resultado, los pastores obtienen poco valor de la cachemira que producen.
Debido a la forma en que está configurada la cadena de suministro, los pastores apuntan a un gran volumen a expensas de la calidad. Esto reduce el precio al que pueden vender su Cashmere. Para abastecer al sector premium, más lucrativo del mercado internacional, los pastores necesitan mejorar la calidad de su cachemira.
Sin embargo, los pastores tienen un conocimiento limitado del valor potencial del producto. Como resultado, es menos probable que inviertan su tiempo y recursos en producir el material.
Por eso Pam Batty, secretaria de la Fundación Burberry y vicepresidenta de Responsabilidad Corporativa señaló “…Fundación Burberry en Afganistán está impulsando la definición misma de un programa de sostenibilidad, trabajando de manera integral para impulsar un cambio social y ambiental duradero. El impacto positivo del programa en toda la industria, desde los medios de vida de los pastores y la igualdad de género hasta la gestión de la tierra y el compromiso con las políticas, es testimonio del poder de la colaboración en su capacidad para crear cambios tangibles en el sistema de adentro hacia afuera. Estoy increíblemente orgulloso de nuestro progreso hasta la fecha y de la dedicación incomparable de Oxfam, PUR Projet y las comunidades de pastores afganos mientras trabajamos juntos para crear un futuro más inclusivo, resistente y sostenible ”.