Boney James, la honestidad del Sax

Nacido en la comunidad de Lowell, en Massachusetts Estados Unidos, James Oppenheim ya había aprendido con el clarinete cuando decidió tomar el saxofón con tan solo 10 años de edad.
Boney James, reconoce en Grover Washington Jr. a una de sus más importantes influencias, y se nota en sus ejecuciones, creció su infancia en las calles neoyorkinas, con plena escena setentera desarrollándose, influenciado por el rhythm and blues de Motown, lo que le acuñó un estilo peculiar, que, aunque no fue aplaudido por la crítica, si le ganó el reconocimiento y le garantizó personalidad propia en el complejo mundo del Jazz.
Era de esperar que el contexto social de la época hiciera lo suyo en la interpretación del artista, quien también ganó notoriedad al ser uno de los artistas que popularizara el Urban Jazz.
La familia de James se mudó a Los Ángeles, cuando él cumplió catorce años, en el nuevo destino el joven músico terminó de establecer su estilo característico, y aunque siguió su camino académico en la UCLA como licenciado en historia, nunca dejó la música.
De hecho, fue al término de su educación profesional que dedicó la totalidad de su tiempo al saxofón. Para entonces James Oppenheim ya era requerido por su talento en acompañamientos y ensambles especiales colaborando con músicos de talla, que lo buscaban en múltiples ocasiones a lo largo del año.
El momento
Fue justo en esa época, alrededor de 1985, cuando James Oppenheim, empezó a ser llamado Boney, por su complexión más bien delgada. Y para 1990, como Boney James, lanza su álbum propio, un debut que tituló Trust, fue esa una apuesta con un sello independiente, pero lo que finalmente lo llevó directo a las puertas de la Warner Broters, con quienes lanzó cuatro producciones.
Ha sido catalogado como un héroe del asfalto, con música robusta y pesada, alejada de los estándares del suave transitar del Jazz, pero indudablemente y al final de cuentas un genio del Saxofón.
Con cuatro nominaciones al Grammy, ha colocado sencillos directo en la cúspide del Billboard Contemporary Jazz Chart, es un prolífico compositor, extraordinario músico e incansable viajero. Su figura contrasta entre los reflectores del escenario, la luz frontal se ilumina y las notas surgen a borbollones, en piezas inequívocamente propias, va camino a la veintena de producciones propias haciendo de la música un encuentro íntimo, él mismo lo ha calificado como una sensación de sinceridad; evoca el poder de la música que transporta, así la concibe él, como el medio de atraer sentimientos y llevarte a donde tu mente y tus recuerdos te guíen.