Tiffany & Co nos presenta su joya más cara en toda su historia. Hace dos semanas durante una exhibición de alta joyería en Dubai, la firma presentó una pieza de archivo, el collar de la Feria Mundial de 1939, que lleva un diamante de más de 80 quilates que hace ser la pieza más cara que la marca haya creado.

En esta ocasión, Tiffany & Co. escogió el emirato de Dubái, en concierto con la Dubai Expo 2021, para realizar el evento Blue Book. En este se venden los diseños de la marca más extraordinarios del año. Este primer evento en el Medio Oriente ha marcado un antes y un después para la firma de alta joyería. Desde que Tiffany se incorporó a LVMH ha ido centrando aún más sus diseños en campañas publicitarias y publicaciones en diferentes redes sociales como un medio para incrementar todavía más su visibilidad de marca.

El collar está compuesto por 180 quilates de diamantes engastados en platino que adornan el diamante al centro, un diamante color D, pureza IF, tipo IIay que ha sido bautizado como Empire Diamond, es el diamante más grande puesto en venta por la firma, aunque aún sin superar el Tiffany, un diamante de 128,54 quilates.

Un diamante que no está a la venta y ha sido etiquetado por la marca como “invaluable”. El Tiffany Diamond ha sido usado anteriormente por Audrey Hepburn, Lady Gaga y, más recientemente, Beyoncé.

El diseño del collar se inspira en el realizado para la Exposición Universal de 1939, que originalmente estaba engastado con una piedra aguamarina que pesaba más de 200 quilates. En 2020, los archiveros de Tiffany & Co, desenterraron un boceto original para el collar, representado ahora con un gran diamante. Para Victoria Reynolds, gemóloga jefe de la marca, el boceto supuso un antes y un después: “poco tiempo después se nos presentó la oportunidad de trabajar con un increíble diamante de 80 quilates y miré el diamante y pensé: ‘Así es como reimaginamos ese collar”’, señaló.

La versión actual de su pieza más icónica presenta un total de 578 diamantes, incluido el Empire Diamond, junto con 353 piedras brillantes redondas y 224 baguettes de corte personalizado.

La pieza tardó dos años en terminarse desde su fase inicial. Se extrajo en Botswana, se cortó y pulió en Israel y se colocó en el taller de Tiffany en la ciudad de Nueva York y es completamente rastreable. Representa una gran versatilidad ya que es una pieza transformable, se puede sacar y usar por separado como anillo y aunque se encuentra a la venta, la firma ha decidido no revelar su valor aún,

sin embargo, expertos han estimado que puede costar entre los 18 y 30 millones de euros.

Quien compre esta espectacular joya también recibirá un servicio de por vida, mediante el cual un joyero de Tiffany estaría siempre de guardia para convertir la pieza a la forma en que desee usarla, de collar a anillo y a la inversa.