Lamborghini Countach LPI 800-4 Celebra el pasado mirando al futuro

Countach, nombre que despertó pasiones desde 1974 y hasta 1990 cuando Lamborghini la convirtió en sinónimo de poderío y elegancia automotriz, la casa del toro embravecido lo sabe, y por ello ha decidido establecer el paralelismo entre pasado y futuro, en una perfecta expresión de deportividad exaltada.
Countach ha regresado y lo hace como el grande que siempre ha sido. El rugido es incomparable, la silueta es inconfundible, Lamborghini lo ha hecho de nuevo.
Este nuevo portento de la deportividad de lujo en cuatro ruedas tiene nombre y apellido; Lamborghini Countach LPI 800-4, creado para comenzar las celebraciones oficiales de cara a los tributos por los primeros 50 años desde que el primer Countach vio la luz.
Como ya nos podemos imaginar a estas alturas, se trata de una edición especial y limitada a 112 superdeportivos que hablan de ese glorioso pasado y especial momento en que los deportivos de lujo encontraron un nuevo parámetro, un punto de partida con un nombre diferente y un ADN destinado a la herencia.
Así, mirando al futuro, Lamborghini ha creado un auto que además y por lógica contemporánea, es un auto híbrido, sumándose a la perspectiva general del segmento, donde a estas alturas la mayoría camina por el sendero de lo ecofriendly, eso sí, sin sacrificar ni un ápice de la experiencia de un Lamborghini que de este modo se mete de lleno a la modernidad de los deportivos de abolengo que han visto en esta era, un nuevo hito en el cual demostrar porque son punto de referencia en el tope de gama.
La propia marca lo define como el auto “que se inspira en el pasado pero con vocación de futuro”, es seguramente una máxima que persiguieron para lograr esta silueta futurista de líneas puras y puertas de tijera, con tonos sólidos y metálicos como el Viola Pasifae, el Blu Uranus, heritage Giallo Countach e Impact White.
Una vez dentro, experimentamos el sentido del momento temporal que vivimos, con lo más avanzado en tecnología a bordo, donde la fibra de carbono se funde magistralmente con la iluminación que habla por sí misma de la personalidad del usuario, es la comunicación entre el conductor y el espectador, entre la experiencia dentro y los aspectos multisensoriales desde el exterior.
Es una artesanía italiana, una pieza de vanguardia tecnológica que se convierte en el más nuevo objeto de deseo, donde la tecnología se funde con la experiencia de las magistrales manos que logran crear más allá del tiempo; de aquí se desprende la experiencia del sonido de tu auto y el poderío de su motor de combustión interna V12 de 780 CV, combinado con el motor eléctrico de última generación.
Este apartado eléctrico está alimentado con el grupo propulsor híbrido que montan el Sián FKP 37 y el Sián Roadster.
Es el motor térmico de 780 CV con 574 kW, que desarrolla las mismas prestaciones de los motores V12 aspirados. Es en estricto sentido una arquitectura híbrida de supercondensador y motor eléctrico que lo hacen un portento de la tecnología, un magnífico deportivo de nueva generación que te hace amar el legado de Lamborghini.