Antonia / La revolución de los vestidos de novia

Por: Samia Becil Canavati
Fotos: Cortesía Antonia
Gloriana y Tamara Antonio son dos hermanas que, al planear la boda de la primera de ellas, se dieron cuenta de que existía muy poca transparencia en el mundo de las novias y las bodas. “Cuando me casé, tuve una experiencia muy extraña con los proveedores de mi boda, en la que los precios no eran consistentes y fluctuaban sin justificación alguna. Empezando por el vestido, dependiendo de cómo te veían las vendedoras de la tienda, era el precio que te daban y cómo te trataban”, comenta Gloriana.
Asimismo, se dieron cuenta de que no había un punto medio entre los vestidos; o era un vestido de diseñador de alto precio, o uno económico pero sin diseño.
Por eso quisieron crear una propuesta para que las novias que tal vez no tienen el presupuesto más alto pudieran tener el vestido de sus sueños.
Inspiradas en crear una experiencia increíble y justa para las novias, en la que los precios fueran transparentes y creando un espacio en el que se sintieran seguras y pudieran disfrutar de la experiencia desde la primera llamada o mensaje, decidieron emprender su marca de vestidos preloved. Estos vestidos permiten a las novias, sin importar su tipo de cuerpo o estatus socioeconómico, tener el vestido del diseñador de sus sueños y vivir una experiencia que las llene desde el principio hasta el fin.
¿Cómo escogieron el nombre “Antonia”?
Gloriana: Nuestro apellido es Antonio y queríamos que la marca tuviera un poquito de nuestro ADN. Nos encanta que la marca tenga nuestro apellido en femenino y que se pueda ver nuestra personalidad desde el branding hasta el tono que usamos en redes sociales y en nuestro trato con las novias. La experiencia de Antonia habla mucho de nosotras como personas.
¿Cuál es el rol de cada una dentro de la empresa?
Tamara: Nos dividimos al cien por ciento entre lo creativo y lo administrativo. Yo hago los contratos de consignación para todas las clientas que nos dan los vestidos, les aclaro sus dudas, las recibo en el espacio, y me encargo de la atención al cliente, operación y logística. Mi hermana se encarga de toda la parte creativa: las estrategias de marketing, campañas, contenido para redes sociales, calendario, estrategias de comunicación y el lenguaje de la marca.
¿Qué es lo que más les gusta de su trabajo?
Gloriana: Me encanta crear contenido digital, amo la parte creativa y después ver el resultado en cómo reacciona el cliente. Además, me encanta el impacto ambiental positivo que estamos creando y cómo estamos apoyando a sembrar esa semillita en las siguientes generaciones, que crezcan con el chip de la moda circular y el cuidado del impacto ambiental. Ver los resultados en el tema de la sustentabilidad me encanta.
Tamara: Yo estudié derecho y mi trabajo era estar detrás de una computadora todo el día y lo sufría. Me encanta socializar, conocer a gente, y eso es lo que hago día a día. Me encanta que las clientas me cuenten sobre sus vidas, cuándo se van a casar, sobre sus esposos; entonces, yo también me voy informando de todo el mundo de las novias. Lo que más me gusta es conectar con mis clientas.
¿Cuál ha sido el mayor aprendizaje que les ha dado incursionar en el mundo de las novias?
Tamara: Definitivamente, el tacto que debes tener con ellas, porque una palabra mal empleada puede hacer que pierdas a la clienta o que ya no te dé su vestido. En lo personal, eso ha sido un reto para mí.
Gloriana: Para mí, todo el tema de la sustentabilidad. Estudié diseño textil, así que estaba familiarizada con cuánto contaminan los textiles, pero cada vez que me adentro más en los temas y leo los artículos para crear contenido, me doy cuenta realmente de la gran problemática que es. El fast fashion y, en este caso, los vestidos de novia que solo se usan una vez, contaminan en todos los sentidos. Tenemos demasiado idealizado el vestido de novia cuando detrás de eso hay un gran impacto ambiental. Me ha sorprendido mucho darme cuenta de la burbuja en la que vivimos.
¿Cuál ha sido uno de los obstáculos más grandes a los que se han enfrentado?
Tamara: Romper el tabú de que el vestido de novia trae energías. Que si te pones un vestido de segunda mano y la antigua dueña se divorció, tú también te vas a divorciar.
Gloriana: Si lo piensas, es una incongruencia que muchas mujeres, en el día de su boda, se pongan las joyas heredadas de la abuelita que tal vez enviudó o se divorció, o se casen en una capilla en la que se han casado mil personas, pero en el vestido de novia hay demasiado tabú. La comunicación que hemos tenido con las clientas ha sido clave y nuestra mayor fortaleza para cambiar ese discurso.
¿Qué acciones llevan a nivel personal en pro del medio ambiente?
Tamara: Además de pequeñas acciones como separar la basura y cuando vamos al súper llevar nuestras propias bolsas. Desde que emprendimos y vimos los datos de lo que contamina el fast fashion, dejamos de comprar en todas las tiendas tipo Zara y Shein.
¿Cómo han encontrado el balance entre su relación como socias y como hermanas?
Gloriana: Estamos en eso (risas). Hablamos todo el día, ya sea por temas personales o laborales, y a veces se nos llegan a mezclar, pero hemos logrado parar y diferenciar cuando es algo del trabajo y cuando es algo de nuestra relación como hermanas. Tratamos de ser objetivas y llegar a acuerdos. También nos ha ayudado definir muy bien el rol de cada una y que ninguna se meta en el trabajo de la otra. Aceptamos comentarios y sugerencias, pero la que tiene la palabra final en cada ámbito es la encargada de esa área.
¿Cómo ven a Antonia en 10 años?
Tamara: Ahorita tenemos un showroom. Eventualmente, nos gustaría abrir una tienda y después extender la marca para vender vestidos de noche para la mamá de la novia, la hermana de la novia, invitadas, zapatos, bolsas, todo preloved e impulsar la sustentabilidad y la moda circular. Queremos ser la tienda número uno en los vestidos de novia preloved y luego abarcar el mercado de las invitadas.









